Querida Comunidad Merici:
Esperamos se encuentren muy bien.
El regreso paulatino al mundo presencial ha traído consigo un periodo intenso, en particular en el mundo educativo. La percepción del tiempo y los acontecimientos se dan de manera muy distinta en los diferentes rangos de edad. Al regreso a clases presenciales nuestros alumnos se han percatado, en el mejor de los casos, que no son los mismos que eran antes de la pandemia: Han entrado en otra etapa evolutiva, con nuevas y diferentes necesidades, han quizá cambiado de nivel y de sección, de entorno inmediato y por supuesto han cambiado las expectativas y demandas, tanto académicas como sociales. Son los mismos pero a la vez, no lo son. Su colegio, sus espacios, sus maestros y hasta su forma de aprender han cambiado. Su cuerpo, su mente y su mentalidad son distintos. El paso de una pandemia los ha hecho más conscientes de la humanidad compartida que existe, pero también de sus historias propias, personales y familiares. Debemos asumir que la pandemia ha traído cambio, desajuste y crisis. También debemos reconocer que hay cierta efervescencia social, si le podemos llamar así, como resultado de todo lo anterior.
Hay ejemplos muy vívidos de lo que ha pasado. Pensemos ese niño de 6º de primaria, que de repente se va a casa al principio de la pandemia y regresa a pisar su escuela para darse cuenta de que está en la mitad de su educación secundaria, justo en el 2º semestre del 2º año, y tiene que enfrentar una multiplicidad de asignaturas y expectativas que no había vivido antes, por lo menos de esa forma. Se encuentra que hay un rigor de citación y probidad académica en la elaboración de un trabajo, que se requiere un proceso de análisis y síntesis en sus lecturas, que debe escribir ensayos con un claro hilo conductor bien argumentado. ¿Se imaginan? ¿Qué decir de los que vivían la infancia “feliz” propia de los nueve años, en 3º de primaria y regresan a encontrarse entre púberes de 11 o más años?. ¿Acaso no es natural que exista un sentimiento de inadecuación social generado por la súbita inserción a un espacio físico y por la falta de ensayo, de andamiaje y de vivencia gradual? Y, ¿cómo vislumbrar al pequeño de 2º de primaria que dejo de asistir a clases cuando cursaba felizmente su último año de preescolar y se ve a sí mismo en un mundo de comunicación que exige respuesta creativa, retos bilingües y un ritmo de trabajo muy distinto. ¿Nos hemos hecho conscientes del desafío que nos ha impuesto este trajín a partir de la pandemia?
Es necesario reconocer que el desajuste no es sólo para los alumnos, sino para los adultos que vivimos a su alrededor. Sin embargo, a diferencia de ellos, tenemos más recursos para entender, procesar y autorregular.
Nuestra misión es capitalizar lo vivido y para ello necesitamos ambientes seguros en los que se privilegie la escucha, los acuerdos, la honestidad y la colaboración. Si bien es importante seguir evaluando el progreso de nuestros estudiantes a la luz del estándar propio del grado, es aún más importante reestablecer relaciones significativas en el grupo inmediato y los grupos más extendidos que conforman la comunidad escolar, cuidar los procesos de desarrollo socioemocional y seguir promoviendo habilidades para el aprendizaje. Como bien dicen algunos colegas pedagogos, primero es “Maslow” y luego “Bloom”, haciendo referencia que primero debemos atender las necesidades humanas básicas, como la seguridad y la pertenencia (Maslow) y luego podemos aspirar a la taxonomía de Bloom que supone el desarrollo de funciones cognitivas.
Estaremos trabajando más en fortalecer nuestros programas socioemocionales, poniendo énfasis en nuestra humanidad compartida, en la importancia de la comunicación asertiva y respetuosa y en el aprecio a la complementariedad que nos brinda la diversidad. Hoy, más que nunca, necesitamos reconocernos como comunidad y comunicar de manera proactiva y solidaria, atender nuestras necesidades y las de nuestros hijos-alumnos con serenidad y con coherencia.
En breve estarán escuchando más sobre planes y acciones para el siguiente ciclo escolar. Tenemos planes en diversas áreas para optimizar nuestro modelo educativo y hacer el aprendizaje más significativo y creativo.
Que este sea el comienzo de una gran temporada de primavera, llena de luz, calor, esperanza y renovación.
Reciban un saludo afectuoso,
Prof. Alfonso García Williams,
Director General.