Por: Sandra Lucia Marón Obeso
Era un día como cualquier otro, Jack empacó sus cosas, tenía sus ojos llorosos y los brazos colgando, ya había acabado la escuela y en lo único que podía pensar era en su cama. Ese día no tenía práctica de fútbol, así que tomó el camión y al llegar intentó caminar de puntitas hasta la cama pero desde la cocina se escuchó:
-Jack ¿Hiciste la tarea?- Gritó Felipe.
Jack le contestó desde la entrada de la puerta, tuvieron una discusión acerca de ello hasta el punto en el que le dijo la típica frase paternal: “Mientras más pronto lo hagas, más rápido terminarás”. Jack seguía sin querer hacer la tarea pero le daba vergüenza decir que no porque tenía la sensación de que era ridículo seguir discutiendo además de que su padre lo miraba y con eso Jack sabía el significado: “Sabes que tengo la razón” así que asintió y empezó a realizarla.
Después de estudiar el tema de la revolución francesa y para el examen de matemáticas, ansiaba terminar para jugar con el XBOX o hacer algo más. Cuando su papá se acercó a comer vio la cara de su hijo con el ceño fruncido y le dijo:
-Vamos, no pongas esa cara, es obligación tuya hacer la tarea si quieres buenas calificaciones- comentó su padre.
Jack contestó con un tono aceptable pero seguía con cara de mal genio.
Luego de un largo rato de plática, Felipe se ofreció a ayudar a Jack a cambio de que mejorara su estado de ánimo. Al cabo de un rato haciendo la tarea, Jack no aguantó más e hizo la queja de que “no era justo que le mandaran tanta tarea” por lo que Felipe le platicó que al menos tiene acceso a la tecnología además de que ahora hay más acceso a la información. Conversaron sobre la juventud de Felipe, a qué jugaba, sobre la música que escuchaba y un montón de cosas, tantas que fueron más de dos horas.
-¡Ay, ya me tengo que ir!- Dijo Felipe.
-Adiós papá- contestó Jack.
-¡Buen trabajo!- Le gritó Felipe.
Al cabo de 15 minutos, Jack ya había acabado su tarea, decidió salir y jugar un rato. Regresó a ver una película en la tarde hasta que se fue a dormir.
Al despertar esperaba ver un póster de Messi pegado es su pared, pero en lugar de eso, estaba anunciado un nuevo juego de sonic que iban a sacar, lo raro para él es que decía:
“Nuevo juego de Sonic, super divertido, con más personajes”
Se trataba de una edición sacada para el año de 1980. Jack se levantó para ver su cuarto, todo se veía distinto, había películas como: Beetlejuice, The Mask, Willy Wonka, Chucky y otras películas de las que su papá solía hablarle. Él sentía nostalgia cuando veía alguna de esas películas.
Jack tenía pósters de Justin Bieber, Maroon 5, Bruno Mars o Ed Sheeran, ahora eran de Queen, Twisted Sister, Michel Jackson y un montón de bandas que él no conocía y para colmo todas las figuras de acción habían cambiado a carros de colección.
Cuando la mamá de Jack pasó a su cuarto, se sorprendió al ver que ya no tenía el mismo cabello largo de costumbre, ahora lo tenía rizado, con un flequillo, sus labios eran de color rojo y tenía una ropa colorida, más de lo que ella estaba acostumbraba. Lo único que salió de su boca fue:
-Toma tu mochila, vete a la escuela, ya es tarde- le dijo.
Jack no comentó la apariencia inusual de su madre, se salió de la casa porque se le hacía tarde, pero al darse la vuelta notó que su casa se veía más grande, ya no era blanca, era de un color amarillento con un tejado rojo. Él estaba esperando a que llegara el camión cuando vio a sus amigos pasar en bicicleta.
-¡Apúrate Jack, ya es tarde!- dijo uno de ellos.
-Jack, recuerda lo que dijo la maestra -le mencionó Marco.
-¿Marco, a qué te refieres?- Contestó Jack.
-¿Acaso no lo recuerdas?- Interrumpió Jorge.
Jack volteó hacia atrás y vio una bicicleta roja a lado de un Toyota clásico, mientras se subía a la bicicleta se preguntó de quién era ese viejo auto.
-Vamos, el último al llegar acomoda las bicicletas- le dijeron en voz alta.
Los amigos de Jack arrancaron tan rápido como pudieron mientras él iba atrás gritando que no fueran tan rápido pero no escucharon. Al llegar a la escuela sus amigos se bajaron de la bicicleta y la dejaron caer al suelo, le dijeron que acomodara las bicicletas y que ya conocía las reglas. Sus amigos le recordaron que así sería todo los días: -¿No prefieren el camión?- Dijo Jack de forma burlona
Sus amigos lo vieron con cara de confusión, ellos nunca tomaban el camión, además de que Jack era el que siempre ganaba. No tuvieron tiempo para conversar de eso porque ya estaba sonando la campana de clases así que Jorge le dijo: -Ya vamos a clases y no seas un mal perdedor- sonrió.
Al llegar al salón se fue a su asiento, las bancas ya no eran de plástico, ahora eran de madera y al voltear por la ventana vio a un señor que cargaba una radio, usaba un peinado afro, una camisa de Queen y pantalones de mezclilla. Jack sabía que esos momentos formaban parte del pasado y aún así le pareció exagerado. Así que supuso que era un sueño muy extraño, él quería creerlo pero unos segundos más tarde la maestra le habló:
-¡Jack! Tu atención debe estar aquí- le dijo molesta.
Ella explicó el tema y lo que tendrían que investigar sobre Francisco de Goya, se acercó la hora del recreo y sus amigos le preguntaron si quería jugar.
-El carro ¿qué es eso?- Hablaba en serio
-Ya nos suspendieron, fue el castigo de detención- dijo su amigo
-¡Deja de bromear!- Comentó Jorge
En eso Santiago sacó una pelota de esponja y con un gis gastado dibujó una cancha de baseball.
– Ah, baseball- respondió Marco.
– Sí, pero sin protección- les dijo.
-Sí, claro- afirmaron los dos.
Después de un rato de haber fallado y recibir muchas quejas de parte de sus compañeros, se divirtieron mucho, igual terminaron jugando a las traes y encantados. Al regresar a casa se sintieron más tranquilos porque estaban cansados de todo lo que jugaron, llegaron con unos libros de la biblioteca y se pusieron a hacer la tarea, Jack miró el reloj con sorpresa y llevaban tres horas estudiando.
Cuando terminaron de guardar todo para las clases del día siguiente Jack les preguntó qué querían hacer, mencionaron que querían jugar donkey kong él en ese momento ya sabía en qué consistía ese viejojuego, sin embargo, no quería que le “cargaran la pila” otra vez, así que sólo sonrió.
Todos tomaron sus controles, Jack miró confundido el suyo, era como un rectángulo con una palanca y un botón pero pronto “agarró el rollo”. Pensó que el juego era muy divertido. Al anochecer se despidieron sus amigos, él de inmediato se fue a dormir. Al despertar, estaba el póster de Messi en su recámara y todo era como antes, al bajar a desayunar no pudo quitarse de la cabeza lo que había soñado pues fue muy divertido.
FIN